Creemos que la Biblia es la Palabra de Dios y la verdadera guía para nuestras vidas. Como seres humanos somos pecadores, por eso necesitamos ser transformados por el Espíritu Santo en medio de nuestro caminar cristiano. Esto solo es posible alcanzarlo con la obra, la doctrina y la luz de la palabra de Dios, la cual es la que dirige nuestra comunidad.

Creemos que Dios Padre ha enviado a su Hijo Jesucristo, quien es nuestro único Señor y Salvador, el único mediador entre Dios y los hombres; Dios Espíritu Santo vive en nuestras vidas y es nuestro guía, estos tres son el Dios verdadero, creador, santo y amoroso.

El propósito de nuestra vida lo encontramos en Jesús, quien murió y resucitó, y ahora está sentado a la derecha del Padre, en los cielos; le amamos, pues tenemos vida eterna por su gran sacrificio en la cruz y no hay nada que anhelamos más que su regreso, el cual será pronto; la salvación y la vida eterna la recibimos en Él, solo por la gracia de Dios, cuando creemos en su obra redentora, y esto nos impulsa a vivir con arrepentimiento por nuestros pecados, con la convicción de que ahora somos nuevas personas.

Anhelamos la morada que el Señor ha preparado en el cielo para los que lo recibimos, y procuramos atraer a otros para que también sean salvados del infierno, el cual está destinado para los que lo rechazan.

Al igual que Jesús, amamos a las personas, y esta es una de las razones para congregarnos, pues encontramos en ello edificación, espacios para compartir, crecer, orar y participar juntos de la Cena del Señor. Dios nos ha dado a todos talentos y dones para lograr su propósito en nuestras vidas, e impactar a nuestra sociedad; a través de ellos podemos cumplir el Gran Mandamiento, el cual consiste en amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos. Por esto nos apasiona cumplir la Gran Comisión de Jesús: “ir y hacer discípulos a todas las naciones bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.”